Aunque son varias las tendencias de marketing que sobresalen en la actualidad, no cabe duda que el videomarketing es una de las que presenta mayor auge en la actualidad, lo que obliga a las pequeñas y grandes empresas, a incorporarle dentro de sus diferentes estrategias. Pero ¿qué implica realmente la táctica y cuán conveniente resulta su implementación?
¿Qué es el videomarketing?
Se acuña bajo el término, al uso del vídeo como parte de la estrategia digital en pro de alcanzar objetivos previamente planteados; de esta forma, representa una herramienta capaz de contribuir al conocimiento, posicionamiento, promoción y venta indistintamente que se trate de una empresa, marca, servicio o producto.
La importancia de apostar por este tipo de contenido:
La razón de su efectividad, obedece la capacidad con la que el vídeo impacta al usuario actual, después de todo, es un recurso mucho más atractivo en comparación con imágenes estáticas. Otro de los puntos a favor de apostar por el videomarketing radica en la posibilidad de llevar a cabo campañas en YouTube, el segundo de los buscadores más utilizado del mundo.
La nueva presentación del marketing digital
Partiendo de que el consumo de contenido audiovisual en la red supera el 75%, sería ilógico no pensar que el vídeo sea el formato elemental del presente y futuro del marketing digital; pero eso no es todo, conviene considerar un par de datos más.
Por un lado, la tendencia del consumidor a adquirir productos o servicios tras visualizar un video demostrativo ronda el 60%; mientras que por el otro, alrededor del 80 % de los usuarios evidencia un recuerdo más acentuado de una marca o producto, cuando consume vídeos del mismo.
Razones para llevar a cabo estrategias de videomarketing:
Adicional a lo antes mencionado, el uso del videomarketing encuentra justificación en la manera como hasta los dispositivos móviles han evolucionan a favor de esta clase de contenidos, haciéndolos favorable no solo para potenciar la presencia en redes sociales o aparecer en YouTube, sino al momento de insertarles en espacios concretos de la web, llegando a favorecer su posicionamiento natural en los buscadores.
Incremento de la visibilidad:
En comparación con otros contenidos multimedia los recursos audiovisuales suponen mayor potencial respecto a la visibilidad, y no se habla únicamente de redes sociales o plataformas online de vídeos, pues aquellas netamente publicitarias modifican sus algoritmos en pro del posicionamiento para esta clase de contenido.
Aumento de la interacción:
Las interacciones representan una de las grandes ventajas del formato, ya que se evidencia la acentuada predisposición del usuario a ejecutar diferentes acciones – desde visitas y compartir la página, hasta clicar en “me gusta” y emitir comentarios u opiniones – frente a contenido en vídeo.
Asimismo, potencia el engagement entre el cliente y la marca, afianzando el vínculo que a su vez, genera confianza en posibles clientes potenciales, favoreciendo el poder de convencimiento y fidelización.
Aporte de valor añadido:
Ver o escuchar algo, difiere mucho de la experiencia que se deriva de leer; este argumento queda claro en el arraigado uso de los videotutoriales y la manera en la que ganan terreno respecto a muchos artículos, incluso aquellos con contenido de gran importancia. ¿La razón? simple, no es igual por ejemplo leer una receta, que ver el paso a paso de su preparación.